Una colaboración entre Lars Von Trier (como guionista), director de, entre otras películas, Bailarina en la oscuridad, Dogville y Manderlay y su compatriota Thomas Vinterberg (como director) produjo Querida Wendy, un film sobre la “cultura de las armas” estadounidense.
La trama transcurre en un pueblito minero en Virginia Occidental. Dick (Jamie Bell) es un chico solitario e intelectual, hijo de un minero, que trabaja de repositor en el supermercado del pueblo. Las cosas cambian para él cuando compra una pistola creyendo que es de juguete. Pese a que se considera a sí mismo un pacifista, al enterarse de que el arma es de verdad decide no solo quedársela sino también ponerle un nombre: Wendy. La mayor parte de la historia es narrada por el propio Dick, en una carta dirigida a Wendy.
Junto a otros chicos que por uno u otro motivo son marginados en la comunidad, Dick forma una asociación conocida como “los Dandys”, que se dedica a estudiar y practicar con armas de fuego, a las que todos les ponen nombres. Todos tienen bien en claro que sus armas jamás deben ser usadas contra otras personas, pero las llevan consigo a todas partes como una forma de sentirse más fuertes y seguros de sí mismos. No obstante, cuando deciden emplear sus pistolas para lo que consideran una buena causa, se desata la violencia.
A diferencia de Bowling for Columbine, de Michael Moore, que abordaba el tema de la cultura de las armas desde una óptica muy crítica, Querida Wendy es más bien una sátira. Eso no impide que, de la misma forma en que Von Trier y Vinterberg muestran los aspectos más enfermizos de la obsesión de “los Dandys” por las armas de fuego, también muestren los más nobles. Un detalle interesante es la música, compuesta casi en su totalidad por canciones de The Zombies, un grupo británico de la misma generación de los Beatles.
Calificación: 8
La trama transcurre en un pueblito minero en Virginia Occidental. Dick (Jamie Bell) es un chico solitario e intelectual, hijo de un minero, que trabaja de repositor en el supermercado del pueblo. Las cosas cambian para él cuando compra una pistola creyendo que es de juguete. Pese a que se considera a sí mismo un pacifista, al enterarse de que el arma es de verdad decide no solo quedársela sino también ponerle un nombre: Wendy. La mayor parte de la historia es narrada por el propio Dick, en una carta dirigida a Wendy.
Junto a otros chicos que por uno u otro motivo son marginados en la comunidad, Dick forma una asociación conocida como “los Dandys”, que se dedica a estudiar y practicar con armas de fuego, a las que todos les ponen nombres. Todos tienen bien en claro que sus armas jamás deben ser usadas contra otras personas, pero las llevan consigo a todas partes como una forma de sentirse más fuertes y seguros de sí mismos. No obstante, cuando deciden emplear sus pistolas para lo que consideran una buena causa, se desata la violencia.
A diferencia de Bowling for Columbine, de Michael Moore, que abordaba el tema de la cultura de las armas desde una óptica muy crítica, Querida Wendy es más bien una sátira. Eso no impide que, de la misma forma en que Von Trier y Vinterberg muestran los aspectos más enfermizos de la obsesión de “los Dandys” por las armas de fuego, también muestren los más nobles. Un detalle interesante es la música, compuesta casi en su totalidad por canciones de The Zombies, un grupo británico de la misma generación de los Beatles.
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