Es a estas alturas una perogrullada, pero hay que decir que el cine surcoreano está pisando fuerte en Argentina y en el mundo. Tenemos a la ya célebre trilogía de la venganza de Park Chan-wook, compuesta por Symphathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Sympathy for Lady Vengeance (2005) -de la cual yo solamente vi las dos últimas-, La esposa del buen abogado (2003), de Im Sang-soo, y Memorias de un asesino (2003), de Bong Joon-ho, entre otras.
También de Bong Joon-ho es The host, que no se parece en nada a Memorias… Todo comienza en el 2000 cuando un médico apostado en la base militar que tienen los estadounidenses en Corea del Sur desde los ’50 hace arrojar decenas de botellas de formaldehído al río Han tan solo porque tienen polvo en su superficie y él cree que están contaminadas (el incidente es real, y llegó a generar tensión diplomática entre EUA y Corea del Sur), justificándose con la antológica frase “el río es muy amplio: tratemos de ser amplios de criterio”.
Ya en la actualidad, los resultados de aquella negligencia se hacen sentir cuando un monstruo acuático emerge del río y ataca a la población. Pero el film, en vez de narrar la lucha del gobierno y el ejército -que aparecen retratados en forma bastante satírica- contra la amenaza, se enfoca en las desventuras de una familia víctima del monstruo. Cuando una chica de 12 o 13 años, Hyun-seo, es raptada por la criatura, su padre, tíos y abuelo emprenden una guerra casi personal contra ella; mientras, son perseguidos por el gobierno, que cree que el haber estado en contacto con la bestia los ha infectado con alguna clase de virus desconocido.
La película mezcla mucho lo trágico con lo humorístico, salvo hacia el final, cuando se impone una óptica más seria. El monstruo está bastante bien creado, aunque es un poco molesto que nunca se nos expliquen bien sus orígenes, más allá de que es producto del derrame de formaldehído al río Han.
(El Odiante hizo una crítica de The host en junio, en la que le ponía un 10 y la calificaba como “una de las mejores películas de la década”. Si bien yo no soy tan entusiasta, recomiendo leerla.)
También de Bong Joon-ho es The host, que no se parece en nada a Memorias… Todo comienza en el 2000 cuando un médico apostado en la base militar que tienen los estadounidenses en Corea del Sur desde los ’50 hace arrojar decenas de botellas de formaldehído al río Han tan solo porque tienen polvo en su superficie y él cree que están contaminadas (el incidente es real, y llegó a generar tensión diplomática entre EUA y Corea del Sur), justificándose con la antológica frase “el río es muy amplio: tratemos de ser amplios de criterio”.
Ya en la actualidad, los resultados de aquella negligencia se hacen sentir cuando un monstruo acuático emerge del río y ataca a la población. Pero el film, en vez de narrar la lucha del gobierno y el ejército -que aparecen retratados en forma bastante satírica- contra la amenaza, se enfoca en las desventuras de una familia víctima del monstruo. Cuando una chica de 12 o 13 años, Hyun-seo, es raptada por la criatura, su padre, tíos y abuelo emprenden una guerra casi personal contra ella; mientras, son perseguidos por el gobierno, que cree que el haber estado en contacto con la bestia los ha infectado con alguna clase de virus desconocido.
La película mezcla mucho lo trágico con lo humorístico, salvo hacia el final, cuando se impone una óptica más seria. El monstruo está bastante bien creado, aunque es un poco molesto que nunca se nos expliquen bien sus orígenes, más allá de que es producto del derrame de formaldehído al río Han.
Calificación: 7
(El Odiante hizo una crítica de The host en junio, en la que le ponía un 10 y la calificaba como “una de las mejores películas de la década”. Si bien yo no soy tan entusiasta, recomiendo leerla.)
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