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martes, 12 de febrero de 2008

La desaparición del obispado castrense

Estas son algunas opiniones de lectores de La Nazión a la noticia de que el gobierno de CFK se plantearía disolver el obispado castrense. Estos muchachos me fascinan...

Hace unos años, leí en un libro que versaba sobre la toma de decisiones, que en toda resolución de cierta importancia, debían quedar perfectamente cubiertos seis interrogantes: ¿Qué?, ¿Para qué?, ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? y ¿A que costo?. Este tema del Vicariato Castrense, huele a resentimiento y obstinación. La Argentina es un país con casi doscientos años de existencia, pero setenta años de decadencia. En este momento nuestro prestigio internacional deja mucho que desear. La Iglesia Católica Apostólica Romana tiene dos mil años de existencia y ha visto caer a muchos países importantes. Con los graves problemas que tenemos en el país, ¿vale la pena amplificar un conflicto con el Vaticano? Es muy probable que la kakistocracia lo haga. Esperemos que la factura no sea demasiado elevada.-
LUISPOZZO

otro paso para la decristianizacion de la Argentina, buscan crear un estado marxista y ateo. El resto son excusas. Lo cierto es que los Kirchner no son cristianos y desde siempre estan enemistados con la Iglesia, y ahora quieren venganza. Recordemos que el Peronismo segun Perón , es un movimiento profundamente humanista y cristiano basado en la doctrina social de la Iglesia. Pero los K son neomontoneros y neocomunistas ateos, ademas de antiperonistas
Alan47

Comparto totalmente mi opinión con la de LUISPOZZO, a lo que agrego que el último presidente argentino que se metió con la Iglesia Católica fué Perón y así le fué.... Será que los KK no tienen idea de gobernar y tratan de emular o parodiar los años del primer gobierno peronista? Con respecto a los judíos cualquiera sabe que en las FF.AA. no hay judíos porque a la hora de un conflicto armado con Israel, ellos tienen la obligación moral de luchar por su “patria” verdadera y no por el país que los adopta y les dá trabajo y sustento.
Maryel66

Otyro paso hacia la secularizacion, la senadora y la presidente (con p minuscala adrede (eso quiere decir a proposito senora Kirchner por si no lo saba), todos los ejercitos organziados del mundo tienen capellanes , rabinos, pastores, etc, que asisten a los soldados, sobre todo a aquellos que por su destino estan alejados de una iglesia, sinagoga, etc. Que estan diciendo estos barbaros. ...que mal que estamos; despiertate Argentina !!
r_quesada

No solamente estos pseudoperonistas del '83 en adelante han destruido la independencia económica, han practicado la injusticia social sino que ademas han mellado la soberanía política entre otras formas, desmantelando material y espiritualmente a nuestras FFAA. El paso que sigue es que les vendan todos los inmuebles (bases y brigadas) para que tengan que vivir en hoteles y atenderse en puesto sanitarios en las villas. ¿Hasta cuando este desastre?
dlinks

SI SAN MARTIN VIVIERA, CRISTINA KIRCHNER NO ESTARIA GOBERNANDO.
Ortibelli

Cuál es el problema que intenten hacernos desaparecer. Eso demuestra que los K son iguales que los dictadores del Proceso de Reorganización Nacional. Haciendo todo esto nos hacen un favor como católicos, nos sacan de la comodidad y nos empujan al martirio. El problema es cuando el TENTADOR se disfraza de amigo y te adorna con dinero como se hizo en los '90. Gracias K nos ayudas al martirio y simultáneamente mostras lo que sos: lo mismo que combatís. GRACIAS.
TrueParis

SIEMPRE FUIMOS UN PAIS DE CUARTA, AHORA QUE EL GOBIERNO SE PELEA CON EL VATICANO SEREMOS DE QUINTA, SEREMOS ES HAZMEREIR DE EUROPA Y LATINOAMERICAN; LA POSICION DE ODIO Y CONFLICTO DE LOS KIRCHNER SE EVIDENCIA EN CADA COSA QUE HACE.
Ortibelli

miércoles, 30 de enero de 2008

Fanatismo puro, en tiempo real

El ex ministro de Justicia Alberto Iribarne no es santo de mi devoción. No solo por su previo paso por el gabinete del Ciervo de Anillaco, sino por el hecho de que durante su período como ministro kirchnerista no hizo absolutamente nada destacable (y lo peor es que, si no me equivoco, fue el que más tiempo estuvo al frente de aquella cartera). Fue un ministro ausente. No obstante, me parece vergonzoso que el Vaticano le niegue el placet por ser divorciado.
¡Qué “provocación” mandar a un pecador de tal calibre al Vaticano! Sobre todo considerando que los pocos embajadores divorciados ante la Santa Sede pertenecen a países tan anticatólicos como México y Suiza. Y que Nicolas Sarkozy, otro malvado divorciado, recibió el cargo de canónico honorario de la catedral de San Juan de Letrán.
Los siguientes comentarios sobre esta noticia no pertenecen a La Nación, sino a Perfíl.com, un sitio que supuestamente es frecuentado por antikirchneristas más “progres”. No obstante…

Estoy de acuerdo con la postura vaticana.
No se trata de cualquier Estado y como todos tiene el derecho de aceptar a quién considere digno y capacitado.
EEUU todavia no aceptó a Timerman y nadie opina nada.
Es provocativo haberlo propuesto.
Anibal F. habla de ¨ condena¨!Realmente , sabiendo cómo piensan, cómo tratan a la Iglesia y a nuestro Cardenal, no entiendo pq tienen tanto interés en este destino.

Soy ateo, pero en este caso estoy de acuerdo con el vaticano.
Iribarne además de divorciado es peronista.
Y para la iglesia, esas dos cosas son muy jodidas

El presidente de Francia es eso dos veces divorciado...pero tal ves IRIBARNE ES ADEMÁS ANTICLERO ....DIGO

Estoy segura que esta decisión del Vaticano no es arbitraria. Ha de haber otro ¨detalle¨ que el periodista que redactó la nota, o la fuente de la cual la tomó, no tuvieron en cuenta.
Por otro lado, es de público conocimiento la relación poco amistosa que los KK han mantenido ultimamente con la Iglesia. Y no creo que para este puestp hayan elegido precisamente a una persona muy allegada a la Iglesia. Más bien todo lo contrario.
¨pdr20¨
[Dejó un comentario diciendo: “con acciones como esta la Iglesia Catolica sigue cayendo en cantidad de fieles y en la poca dignidad que tiene. Es lamentable...”]: la Iglesia tiene mucho más que diginidad. Es Perfecta. Porque, y te saco de tu ignorancia, la Iglesia no es un conjunto de curas y monjas, es Cristo mismo. Acaso tratás de indigno al Hijo de Dios?. Antes de escribir, pensá. Eso me lo enseñó mi mamá cuando era chiquita. Y si, como es obvio, no sabés nada con respecto a un tema, quedate callado/a.
Es más. Creo que la designación de esta persona debe estar muy bien digitada. Estoy segura de que sabían que esa postulación sería rechazada y la sostuvieron para después salir a hablar peste de la Iglesia. Cuánta ignorancia. A la Iglesia eso no le hace nada. Porque NADA va a destruírla nunca. Mal que le pese a muchos, y para gracia de otros.

Me parece perfecta la decision del Vaticano de demorar el placet a Iribarme.
El vaticano, como todo pais tiene esa prerrogativa. Ademas, la Iglesia tiene sus reglas.. Aunque coincido con otro forista que debe haber otros detalles no descriptos por el periodista.La Iglesia fue, es y sera perseguida. Pero Las puertas del infierno, los males, las fechorias, no prevaleceran jamas contra ella!

Coincido con varios foristas, creo que este gobierno hace lo imposible por llamar la atención y correr de la escena lo que realmente es importante como ser sus actos y hechos de corrupción, empezando por la valijagate, que no es mayor en sí misma sino su repercusión, entonces decidió lo de los vehículos y ahora lo del embajador, que supongo deben existir cosas que no se nos dicen, así que como siempre, debemos leer la letra chiquita y comprender las entre lineas.-

Seguramente se añadirán más con el tiempo. Insisto: estos no son lectores de La Nazión, son lectores de Perfíl.

lunes, 14 de enero de 2008

Akhenatón

El faraón Amenothep IV (también conocido como Amenofis IV) ascendió al trono de Egipto en el año 1351 antes de Cristo, a la muerte de su padre Amenothep III, aunque algunos afirman que fue coronado en 1353 y que compartió el trono con su padre hasta 1351.
En su tercer año como faraón, Amenothep IV rompió por primera vez la tradición egipcia, celebrando el festival de Sed. El festival, en teoría, solo podía celebrarse cuando un faraón cumplía treinta años en el trono (era una especie de Jubileo), pero Amenothep decidió adelantarlo veintisiete años.
Pero fue en su quinto año en el trono que Amenothep comenzó realmente a quebrantar las normas. El faraón presentó en público a una nueva deidad, Atón, haciendola aparecer como una variante del tradicional dios solar Amón-Ra para darle legitimidad. También anunció que su nombre pasaría oficialmente a ser Akhenatón (“el espíritu de Atón”) y que la capital de Egipto pasaría a ser una nueva ciudad (llamada “Ciudad del Horizonte de Atón”) que se construiría en donde está ubicada la actual El-Amarna, al norte de la hasta entonces capital, Tebas. La construcción comenzó aquel mismo año, y concluiría cuatro años después, pero Akhenatón se trasladó allí en su séptimo año como faraón.
Hacia el noveno año de su reinado, Akhenatón decidió doblar la apuesta y proclamar que Atón no era ya el dios supremo, sino el único dios sobre la Tierra. Todos los templos de Amón y las demás deidades fueron desmantelados, las inscripciones que hablaban de “los dioses”, en plural, fueron borradas o corregidas y los sacerdotes de los demás cultos perdieron numerosos privilegios. Hay quienes creen que el culto a Atón fue la primera religión monoteista de la historia, y que tuvo influencia sobre los judíos; según esta teoría, Jehová era el dios principal de los judíos, compartiendo el panteón con otros dioses y diosas menores, y que estos, imitando el ejemplo de Akhenatón, lo convirtieron en su dios único y exclusivo. También se cree que la reforma religiosa de Akhenatón tenía por objetivo terminar con el excesivo poder de los sacerdotes de Amón. No obstante, hay muchos testimonios sobre el fervor religioso del faraón hacia su nuevo dios, previo incluso a su ascenso al trono -ya que se cree que Atón era en tiempos de Amenothep III un dios adorado exclusivamente por la familia real egipcia-, por lo que es posible que el interés político hay sido para él algo secundario, aunque quizá no para su esposa y consejera de confianza Nefertiti.
En cualquier caso, no solamente la reforma de Akhenatón fracasó, sino también su reinado en general. Egipto, demasiado ocupado en el cambio de religión y en las resistencias que este provocaba, fue incapaz de impedir que el Imperio Hitita, liderado por el agresivo rey Suppiluliuma, devorase al otro gran imperio asiático, Mitanni, y que avanzase sobre varios reinos vasallos egipcios de la zona de Siria-Palestina. Los reyes de aquella región escribieron decenas de cartas a El-Amarna, que han sido conservadas para la posteridad, suplicando ayuda al faraón, ayuda que casi nunca recibieron. Uno de los monarcas, Rib-Hadda de Biblos, llegó a mandarle sesenta misivas a Akhenatón, haciendo que este se quejase de que “Vos sois el que más cartas me envía de todos mi vasallos”.
Akhenatón murió en el 1336, según algunas versiones en medio de una guerra civil bastante violenta entre los seguidores de Atón y los seguidores de Amón. Su hijo o yerno Smenkhkare lo sucedió y gobernó hasta el 1335, cuando falleció y fue reemplazado por Tut, que se cree que era, o hermano de Smenkhkare, o hijo suyo, u otro yerno de Akhenatón. Tut abandonó el culto a Atón a favor del culto a Amón y, para demostrar su lealtad a la antigua religión, cambió su nombre a Tutankhamón. Otras versiones afirman que la sucesora de Smenkhkare fue su madre o suegra Nefertiti, que habría ascendido al trono con el nombre de Neferneferuaten y habría reinado hasta 1333, para luego ser sucedida por Tut.

martes, 20 de noviembre de 2007

La amenaza sionista de Alperovich

Cuando leí este texto en ElForro, no supe si reírme o si asustarme ante la estupidez de quién lo escribió. Prefiero hacer lo primero.

GOBERNADOS POR JUDÍOS…LA TIERRA DE ELLOS?
Antes q a muchos se les pongan los pelos de punta y me califiquen de racista, fasista, xenobofiba y mil boludeces mas...prefiero q me califiquen como “temerosa”. Paso a contar algo q muchos conocen, y es que Tucumán está siendo Gobernado por un Judío, está de más decir q compró todos los votos para su segunda postulación, nadie lo queria (mas q los mismo judíos), en 4 años q pasaron corrió a gente q trabajaba en la casa de gobierno (gente años de trabajos, gente joven, gente madura, gente comun) y puso a más judíos, ayer caminando por el centro de esta provincia escuché el comentario “Se vienen buenos aires para Tucumán, se ve mejora” y eran Judios ortodoxos, es una religión y deberia respetarla...si respetarla...como hacerlo?, se q estoy generalizando, pero ellos siempre son los “pobrecitos” y reciben ayuda de la comunidad...cristiana o de cualquier otra doctrina, y ellos no ayudaron en su mayoria en nada...esto más q nada es politica es verdad, Alperovich da a los pobres a la gente necesitada a gente ignorante (ignorante porq por el mismo gobierno no pueden mandar a sus hijos a estudiar, porq no da el presupuesto de las escuelas para dar de comer o el de ellos solo para mandarlos)...de verdad tengo miedo de q Tucumán se vuelva colonia de Judios, habia una ley q no permitía q asumiera el poder una pertona q no sea “catolica apostólica romana” ley q anulo el mismo Alperovich, para poder asumir...un hombre q estafó a su propio padre, un hombre q no tiene vergüenza...ve como miles de nenitos no tienen para comer y manda a su mujer y a su cuñada a un viaje a Israel con fondos del gobierno, esto está todo publicado y el q no padece...hace un giro de página...Realmente soy racista?. No me pueden negar q la gente de esta religión viviendo en Tucumán no se sentiría mas tranquila.

(Pueden leerlo en su contexto original acá.)

sábado, 27 de octubre de 2007

A quienes deben votar los católicos mañana

Gracias al blog Entretanto, me topé con este esclarecedor texto de “orientación” para los católicos en las elecciones de mañana. Como esta pieza es tan, pero tan persuasiva, decidí desafiar la veda electoral y postearla. Se la puede leer en su contexto original acá.

Orientación doctrina para la elección
ELECCIONES PRESIDENCIALES 2007

La Escuela de Dirigentes “Santo Tomas Moro” procura por éste medio compartir su opinión sobre las próximas elecciones presidenciales. Hemos analizado:

1. Los principios, criterios de juicio y directrices para la acción, que contiene la Doctrina Social de la Iglesia, sintetizados en cuatro documentos, a saber:
Carta Apostólica,
Octogesima adveniens”, Pablo VI, 1971.
Exhortación Apostólica
Christifideles Laici”, Juan Pablo II, 1988.
“Nota Doctrinal sobre algunos cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política”; Congregación para la Doctrina de la Fe, 2002.
“Exhortación pastoral sobre el compromiso ciudadano y las próximas elecciones”; Conferencia Episcopal Argentina, 28-4-2007.

2. En el documento pontificio “
Sacramentun Caritatis” (22-2-07), Benedicto XVI señala la grave responsabilidad de los cristianos cuando deben decidir sobre cuatro valores que no son negociables:
  • Defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural;
  • La familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer;
  • La libertad de educación de los hijos;
  • La promoción del bien común en todas sus formas.
3. A la luz de la Doctrina, hemos revisado las propuestas electorales de las 13 fórmulas que se postulan en ésta oportunidad. Se ha prestado particular interés a los antecedentes de los candidatos y de las respectivas fuerzas políticas que los postulan.

4. La conclusión a que pretendemos arribar es, únicamente, determinar de qué opciones electorales dispone un católico, que sean compatibles con la doctrina de la fe que profesa. No pretendemos evaluar la calidad técnica de los programas, ni la factibilidad de concretar las promesas electorales. Tampoco nos preocupa la cantidad de votos que pueda obtener cada fórmula.

5. Evaluando, con la mayor objetividad posible, todos los aspectos mencionados, efectuamos la siguiente conclusión esquemática:

A) Una fórmula carece de la mínima seriedad para ser considerada, tanto por los antecedentes de los candidatos a Presidente y a Vice, como por la fuerza política que los postulan:
Raúl Castells - “Nina” Pelozo: Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados
Orientación ideológica: marxista.

B) Fuerzas políticas que se basan explícitamente en la ideología marxista -en sus distintos matices- , condenada por la Iglesia:
José Montes - Héctor Heberling: Frente de Izquierda y los Trabajadores por el Socialismo (PTS, MAS, Izquierda Socialista)
Néstor Pitrola - Gabriela Arroyo: Partido Obrero (que publica la revista “En defensa del Marxismo”)
Vilma Ripoll - Héctor Bidonde: Movimiento Socialista de los Trabajadores
Fermando Solanas - Ángel Cadelli: Partido Socialista Auténtico

C) Luis Ammann - Rogelio Deleonardi: FRAL, Frente Amplio hacia la Unidad Latinoamericana (Partido Humanista y Partido Comunista) El Partido Humanista es la expresión política de la Comunidad, movimiento esotérico, creado por “Silo”, con una posición antagónica al cristianismo.

D) Ricardo López Murphy - Esteban Bullrich: Recrear.
Orientación ideológica: liberal.
Su posición ideológica quedó manifestada en su breve experiencia como ministro de Economía, cuando, para mejorar la situación presupuestaria, dispuso reducir los sueldos y jubilaciones. En su programa no se encuentran definiciones sobre los temas de bioética no negociables, y el candidato ha eludido pronunciarse sobre ellos en público. En la única declaración sobre la cuestión, que hemos encontrado, sostiene que “sería simplista creer que el aborto es la solución, más bien hay que lograr que ninguna mujer esté en esa situación tan extrema y dramática” (Infobae, 10-10-05). Sin embargo, legisladores de su partido han apoyado las leyes de Salud Reproductiva y de Uniones Civiles.

E) Elisa Carrió - Rubén Giustiniani: Coalición Cívica.
Orientación ideológica: socialdemócrata
Se ha manifestado a favor de legalizar las uniones de homosexuales. Su candidato a vicepresidente (Presidente del P. Socialista) y los principales legisladores de su partido (ARI) han votado las leyes de: esterilización quirúrgica, educación, educación sexual, CEDAW, etc.

F) Jorge Sobisch - Jorge Asís: Movimiento de las Provincias Unidas
Orientación ideológica: justicialista.
Con buenos antecedentes como Intendente y Gobernador en Neuquén. En la Convención Constituyente de 2006 -presidida por Sobisch- que reformó la Constitución de Neuquén, se incluyeron en el texto los derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, en la Declaración de Principios de su proyecto político, se afirma que “reafirmamos y expresamos nuestra convicción y fe cristiana en el derecho de cada persona a la vida, ya desde su concepción. Honrar la vida, proclamar el derecho del embrión a ser persona, defender el derecho a nacer, crecer y desarrollarse…”.

G) Alberto Rodríguez Saá - Héctor Maya: Frente Justicia, Unión y Libertad
Orientación ideológica: justicialista
Este candidato acaba de ganar la reelección como Gobernador de San Luis; debiendo recordarse que su hermano Adolfo gobernó durante 20 años la provincia, siendo innegable que la misma mejoró sustancialmente. El actual Gobernador, se ha declarado públicamente ateo, en varias oportunidades, habiendo afirmado, por ejemplo, “la Biblia es un cuento de ciencia ficción”. Su posición, teñida de esoterismo (Noticias, 15-9-07), lo enfrentó con la Iglesia. Despojó a congregaciones religiosas de la administración de los Institutos: Colonia Hogar, Materno Infantil y Hogar de Ancianos

H) Roberto Lavagna - Gerardo Morales: Concertación UNA (incluye a la Unión Cívica Radical)
Orientación ideológica: justicialista.
En su programa, no se encuentran definiciones sobre los cuatro temas no negociables. Tampoco puede deducirse la posición de su trayectoria en la función pública, puesto que colaboró en los gobiernos de Perón, Alfonsín, De la Rúa, Duhalde y Kirchner. En un reportaje en La Nación (15-4-07) se manifestó de acuerdo en despenalizar el aborto con algunos límites. Lanzó su candidatura en Tilcara, Jujuy, en una ceremonia de homenaje a la Pachamama (La Nación, 22-7-07).

I) Cristina Fernández de Kirchner - Julio César Cobos: Frente para la Victoria.
Orientación ideológica: socialdemócrata
Como Senadora, votó a favor las leyes de: esterilización quirúrgica, educación, educación sexual. Pertenece al equipo político que encabeza su esposo, el actual Presidente, cuya manifestación cultural más clara está contenida en el Decreto Nº 1086/05: Plan Nacional contra la Discriminación, que incluye propuestas concretas que se procura convertir en normas jurídicas:
  • Legalización de la prostitución (Nº 53).
  • Reconocimiento de asociaciones de meretrices (Nº 52) y de homosexuales (Nº 20).
  • Autorización de intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo (Nº 21).
  • Eliminación de símbolos religiosos en ámbitos públicos (Nº 74).
  • Despenalización del aborto procurado (Nº 234, 236, 237 y 238).
  • Otorgamiento de derechos similares a los matrimoniales, para parejas del mismo sexo (Nº 19).
J) Gustavo Breide Obeid - Héctor Vergara: Partido Popular de la Reconstrucción.
Orientación ideológica: nacionalista.
Ex militar, licenciado en Ciencia Política y docente universitario. En la Declaración de Principios de su partido se afirma: “Que la dimensión trascendente del hombre debe ser preservada tanto del acoso de los ideologismos, como del materialismo y de las pautas culturales extrañas”.

6. Las opciones electorales “Sobisch” y “Breide Obeid”, son las únicas en las que no encontramos elementos que resulten contradictorios con los principios doctrinarios, y que, por lo tanto, podrían ser apoyadas en la primera vuelta.

7. Como se elegirán también diputados nacionales, y, en algunos distritos, senadores nacionales, consideramos que no sería coherente votar para estos cargos a candidatos de los partidos/alianzas indicados en A-B-C. Con respecto a los demás partidos/alianzas (D a J), si se postulan algunos dirigentes que resulten confiables, aunque los respectivos candidatos a presidente no lo sean, pueden ser apoyados para dichos cargos legislativos.

8. En el caso de existir una segunda vuelta, y presuponiendo que una de las más votadas será la Sra. Kirchner, sería lícito apoyar la opción “Lavagna”, por aplicación del principio del mal menor.

Córdoba, Setiembre 26 de 2007.-
Mario Meneghini
escuelatmoro@gmail.com

martes, 16 de octubre de 2007

Las Danaides

El rey Belo de Quemis, hijo de Poseidón y tío de Cadmo, tuvo dos mellizos con su esposa Anquínoe, Egipto y Dánao. A Egipto se le concedió el reino de Arabia, pero pronto subyugó el territorio de Egipto, al que bautizó con su propio nombre. A Dánao se le entregó el reino de Libia. Egipto y Dánao tuvieron decenas de concubinas, que les dieron cincuenta hijos y cincuenta hijas, respectivamente.
Cuando Belo falleció, se produjo una disputa entre los hermanos por la herencia, y Egipto propuso resolverla casando a sus hijos entre sí. Dánao, sospechando que Egipto iba a traicionarlo, rechazó la oferta y escapó de Libia junto a sus cincuenta hijas, conocidas como las Danaides, en un barco construido con la ayuda de Atenea. En agradecimiento, durante una escala en Rodas Dánao levantó un templo a la diosa; tres de sus hijas, Lindo, Yáliso y Camiro, murieron en la isla, y tres ciudades fueron bautizadas con sus nombres en su honor.
Posteriormente, Dánao y sus hijas llegaron a Argos, donde él proclamó que Atenea lo había elegido rey del país. Es de suponer que en aquellos tiempos el monarca de una nación o de una ciudad debía ser más parecido a un funcionario electo que a Luis XIV, pues los argivos discutieron seriamente la posibilidad de reemplazar a su rey, Gelanor, por Dánao. Posiblemente, de todos modos, Gelanor hubiese conservado su puesto de no ser porque un lobo descendió del monte, atacó a un rebaño de vacas que pastaba muy cerca de Argos y mató al toro más grande. Los argivos interpretaron esto como un augurio de que si le negaban el trono, Dánao lo tomaría por la fuerza y convencieron a Gelanor de abdicar. Dánao, por su parte, consideró que el lobo había sido una manifestación de Apolo y le construyó un templo. Las Danaides transplantaron los Misterios de Demeter de Egipto a Grecia, y se cuenta que fueron celebrados regularmente hasta la invasión de los dorios, tras lo cual estos quedaron limitados a Arcadia.
Dánao también puso fin a una prolongada sequía que afectaba a Argos por voluntad de Poseidón, enviando a las Danaides en busca de agua, con la orden de apaciguar al dios. Una de ellas, Amimone, estuvo a punto de ser violada por un sátiro, pero el propio Poseidón, que se había enamorado de ella, apareció para salvarla. Después de hacer el amor, Amimone le pidió que terminase con la sequía en Argos y Poseidón, que había dejado clavado su tridente a una roca, le dijo que lo arrancase. Amimone lo hizo y de los tres agujeros brotaron tres corrientes de agua que formaron un manantial, llamado posteriormente el Amimone, la fuente del río Lerma, que no se seca en todo el año. Años después Equidna parió a la Hidra en aquel manantial. El hijo de Amimone y Poseidón, Nauplio, fue el primer marino en navegar guiándose por las estrellas y fundó la ciudad de Nauplia.
Finalmente, los hijos de Egipto llegaron a Argos y solicitaron a Dánao permiso para casarse con sus hijas. Dánao se rehusó nuevamente, pero los jóvenes guerreros sitiaron la ciudad. Como esta carecía de fuentes de agua, Dánao debió rendirse y aceptar las bodas (es de suponer que, o tres príncipes habían muerto en el viaje desde Egipto, o que tres de ellos debieron quedarse con las manos vacías, pues hay que recordar que tres Danaides habían muerto en Rodas). No obstante, el rey les dio a sus hijas unos alfileres largos y afilados, con la orden de utilizarlos para asesinar a sus esposos en la noche de bodas. Todas cumplieron a excepción de Hipermestra (o según otras versiones, Amimone), cuyo primo-esposo Linceo respetó su virginidad. Dánao la hizo procesar por un tribunal argivo por su desobediencia, pero fue absuelta.
Los cuerpos de los hijos de Egipto fueron enterrados con honores en Argos, y las Danaides fueron purificadas por Hermes y Atenea, pero eso no impidió que cuando muriesen, acabasen condenadas a transportar agua en baldes agujereados, o bien a verterla en una gran vasija que jamás podían llenar.[1]
Linceo e Hipermestra volvieron a unirse, y Dánao decidió que sería más seguro casar a las 46 hijas viudas que le habían quedado. Al principio muy pocos pretendientes se presentaron, pues temían que las mujeres repitiesen su crimen en la noche de bodas, pero al ver que esto no ocurría, más hombres las solicitaron. Los descendientes de esas uniones se llamaron a sí mismos “dánaos”, y fueron tantos que al cabo de unas cuantas generaciones, para la época de la guerra de Troya, las palabras “dánao” y “argivo” eran prácticamente sinónimos. Eso no impidió que años más tarde Linceo asesinase a Dánao y se convirtiese en el nuevo rey de Argos, vengando así la muerte de sus hermanos.

[1] Es muy curiosa la asociación continua de las Danaides con el agua. También se cuenta que fueron ellas las que más tarde inventaron en Argos la técnica de cavar pozos para sacar agua, permitiendo que la ciudad estuviese provista de ese elemento clave en caso de un nuevo asedio. Haciendo mi propia y tímida interpretación del mito, ¿no sería posible que las Danaides fuesen en realidad sacerdotisas de Poseidón y/o de algún dios fluvial de Argos?

jueves, 4 de octubre de 2007

Cadmo (2ª parte)

Después de los 8 años al servicio de Ares, Cadmo quedó libre para continuar la construcción de su ciudad, a la que bautizó “Cadmea”, pero que generaciones más tarde sería rebautizada como Tebas. Los cinco “Hombres Sembrados” lo ayudaron en la empresa y se convirtieron en sus nobles de confianza en la nueva ciudad-Estado.
Atenea honró aún más a Cadmo otorgándole la mano de su sobrina Harmonía, fruto del escandaloso affaire entre sus hermanos Ares y Afrodita. La boda fue la primera entre mortales a la que asistieron dioses olímpicos, y todos llevaron regalos. Afrodita le regaló a su hija un collar de oro mágico hecho por Hefesto, que originalmente le había regalado Zeus a Europa, y que hacía que quien lo usaba no envejeciese. Posteriormente, el collar fue heredado por Yocasta y por su hijo Polinices, quien lo usó para sobornar a su tía política Enfile y así conseguir que esta autorizase la expedición para reponerlo en el trono de Tebas. Demeter le garantizó a la ciudad una prolongada fertilidad de sus suelos acostándose en el campo arado tres veces durante las celebraciones. Apolo tocó la lira y las Musas la flauta.
En su vejez, para aplacar a Ares, Cadmo abdicó el trono a favor de su nieto Penteo, hijo de su hija Agave y del Hombre Sembrado Equión. Pero cuando Penteo se rehusó a permitir que los ritos orgiásticos de Dionisio se celebrasen en Tebas, el dios hizo que un grupo de bacantes enloquecidas -entre las que estaba su propia madre Agave- lo asesinase y despedazase (esta historia es narrada en la obra de teatro Las bacantes, de Eurípides). Cadmo y Harmonía huyeron de Tebas al país de los enqueleos, donde fueron coronados rey y reina. Agave, por su parte, huyó a Iliria, donde se casó con el rey Licoterses.
Pocos años después, Licoterses declaró la guerra a los enqueleos. No obstante, cuando Agave se enteró de que quienes reinaban en el país contra el cual su marido iba a hacer la guerra eran sus propios padres, asesinó a Licoterses y entregó el reino a Cadmo y Harmonía. Ambos países de unificaron bajo el cetro de Cadmo, quien en sus últimos años alcanzó a tener otro hijo con su esposa llamado Ilirio. Finalmente, Zeus convirtió al rey y la reina en serpientes negras y los mandó a las Islas de los Bienaventurados, donde vivieron felices eternamente (otra versión dice que fueron convertidos en leones por Ares, pero el desenlace fue el mismo). Ilirio sucedió a Cadmo como rey.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Cadmo (1ª parte)

Agenor, hijo del dios Poseidón y hermano de Belo, dejó Egipto para establecerse en Canaán, donde se casó con Telefasa y tuvo cinco hijos, Cadmo, Fénix, Cílix, Taso y Fineo, y una hija, Europa.[1]
Zeus se enamoró de Europa y envió a Hermes, disfrazado de mortal, para que condujese el ganado de Agenor a la playa en Tiro, donde ella y sus amigas solían pasear. Él mismo se unió al rebaño con la forma de un toro blanco como la nieve. A Europa le llamó la atención su belleza y, viendo que era tan manso como un cordero, se puso a jugar con él. Al final, se atrevió a sentarse sobre su lomo y Zeus aprovechó para llevársela hacia el mar. Nadando, el dios la transportó hacia Creta y allí la violó. Ella tuvo tres hijos, Minos, Radamantis y Sarpedón.
Al conocer el rapto de su hija, Agenor ordenó a sus hijos que partiesen a buscarla. Pero como nadie sabía adonde había llevado Zeus a Europa, los cinco partieron en direcciones distintas. Fénix viajó al norte de África, y tras varios años de búsqueda infructuosa, regresó a Canaán -que desde entonces se llamó Fenicia en su honor-, se casó y tuvo un hijo, Adonis. Cílix fue a un país en la costa de Asia Menor que fue bautizado Cilicia en su honor. Fineo viajó al Mar Negro, donde acabó por establecerse como rey en la península de Tinia; años más tarde los argonautas pasaron por allí y lo ayudaron a librarse de una bandada de arpías que lo torturaban. Taso viajó a Olimpia, y luego viajó a colonizar una isla famosa por sus minas de oro, a la que llamó Taso.
Cadmo viajó con su madre Telefasta a Rodas, donde dedicó una caldera de bronce a Atenea y construyó un templo en honor a su abuelo Poseidón. Luego de un paso por Tera, donde construyeron otro templo de Poseidón, Cadmo y su madre llegaron a Tracia, donde fueron recibidos hospitalariamente, lo que no evitó que Telefasta, quizá cansada por los rigores del viaje y afligida por el secuestro de su hija, muriese. Cadmo la sepultó y siguió su viaje hasta Delfos, donde el oráculo le dijo que abandonase su búsqueda de Europa y que siguiese a una vaca y lavantase una ciudad en el lugar donde esta cayera, fatigada.
En Fócide, Cadmo compró una vaca marcada con un círculo blanco -que él tomó como una luna llena- en cada ijada y la condujo a través de Beocia hasta que acabó por cansarse de la caminata y se tendió a descansar. Cadmo levantó allí una imágen de Atenea y decidió sacrificar en su honor a la vaca, para lo cual ordenó a sus hombres ir a una fuente cercana dedicada al dios Ares a traer agua. Lo que Cadmo ignoraba es que la fuente estaba guardada por una enorme serpiente, que mató a casi todos los hombres; el príncipe se vengó aplastándole la cabeza con una roca.
Tras ofrecerle el sacrificio, Atenea se le apareció, lo elogió por su piedad y le aconsejó que le arrancase los dientes a la serpiente y los sembrara en la tierra. Inmediatamente surgieron decenas de hombres armados. Luego Cadmo arrojó una piedra entre ellos y empezaron a alborotarse, acusándose mutuamente de haberla arrojado. Pronto comenzó una lucha feroz, a la que solo sobrevivieron cinco, llamados Equión, Udeo, Ctonio, Hiperenor y Peloro, a quienes Cadmo luego tomó como sus vasallos. No obstante, Ares estaba afligido por la muerte de su serpiente, y condenó a Cadmo a servirlo durante un período de 8 años.

[1] En la historia de Perseo, se nos dice que este mismo Agenor intentó casarse por la fuerza con Andrómeda, pese a que había sido prometida a Perseo a cambio de rescatarla del monstruo marina. Enfrentado a las tropas de Agenor, Perseo utilizó la cabeza de Medusa para convertirlos a todos en piedra y huir con Andrómeda. Y sin embargo aquí reaparece con esposa y varios hijos. Hay dos soluciones a esta incongruencia: que Agenor se haya salvado de la petrificación, o que haya sido petrificado muchos años después de haberse casado y tenido hijos.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Los Siete contra Tebas

El rey Adraste de Argos tenía dos hijas, Egiea y Deípile. Cuando llegó la hora de arreglar su matrimonio, decenas de príncipes griegos llegaron a su palacio para solicitar ser sus maridos. Adraste, temiendo que si elegía a dos de ellos los demás se convertirían en enemigos suyos, decidió consultar al oráculo de Delfos. La pitonisa le respondió “Unce a tu carro de dos ruedas al jabalí y al león que luchan en tu palacio”, lo cual debe haberlo dejado con más preguntas que respuestas.
Entre los pretendientes a ser yernos de Adraste, los dos más desafortunados eran Polinices de Tebas y Tideo de Calidón. Polinices era hijo de Edipo y de su esposa-madre Yocasta; tras el exilio de su padre (narrado en las famosas obras de Sófocles, Edipo rey y Edipo en Colono) él y su hermano Eteocles convinieron en gobernar Tebas en años alternos. No obstante, al finalizar su primer año en el trono Eteocles se rehusó a entregarlo a su hermano y lo desterró con un pretexto cualquiera de la ciudad.
Tideo, por su parte, también había sido expulsado de Calidón a causa de su hermano. Un adivino había profetizado que Melanipo -así se llamaba el hermano en cuestión- mataría a Tideo, y poco después Tideo mató a Melanipo en lo que él dijo que había sido un accidente de caza. Pero los habitantes de Calidón sospechaban que Tideo había asesinado a su hermano para protegerse de la profecía, y lo forzaron a exiliarse.
Cuando Adraste regresó a su palacio, se encontró con Tideo y Polinices disputando por los méritos de sus respectivas ciudades, y seguramente hubiese habido un asesinato de no ser porque Adraste intervino. Como el emblema de Tebas era el león y el de Calidón era el jabalí, el rey de Argos interpretó que ellos dos eran los pretendientes a quienes debía entregar la mano de sus hijas y lo anunció a todos los príncipes presentes, poniendo el acento en que actuaba por ordenes del oráculo. Y acto seguido, casó a Polinices con Egiea y a Tideo con Deípile.
Adraste juró que restablecería a sus yernos en los reinos de los que habían sido expulsados y reunió a sus aliados Capaneo, Hipomedonte, Partenopeo y Anfiarao, hijos de Meleagro y Atalanta y les pidió que se armaran y partieran hacia Tebas, para deponer a Eteocles. Solo uno de ellos se negó: Anfiarao. Él era cuñado de Adraste, pues estaba casado con su hermana Enfile, pero era también un adivino y profetizó que todos, salvo Adraste, morirían en la empresa.
Pocos años antes, Adraste y Anfiarao habían disputado por una cuestión de Estado y habían estado a punto de matarse entre ellos, hasta que intervino Enfile y les hizo prometer que en caso de que se produjese otro desacuerdo entre ellos, acudirían a ella para que dictaminase cuál de los dos tenía razón, y que acatarían su decisión. Polinices y Tideo se enteraron de ello, y también que Enfile, una mujer de mediana edad, temía estar perdiendo su belleza. Entonces Polinices le regaló a su flamante tía política un collar mágico que había pertenecido a su madre-abuela Yocasta, que permitía que quien lo usase conservara siempre la juventud; Yocasta lo había usado para seducir a Edipo, que era mucho menor que ella, sin saber que en realidad se trataba de su hijo. Tras su suicidio, el collar había pasado a manos de Polinices. A cambio del “obsequio”, Enfile apoyó la expedición contra Tebas y Anfiarao se sumó.
Polinices, Tideo, Anfiarao, Capaneo, Hipomedonte, Partenopeo y Adraste emprendieron viaje hacia Tebas, y pasaron por Nemea, donde el rey Licurgo les dio permiso para beber agua de su manantial y mandó a su esclava Hipsípila, la ex reina de Lemnos, para guiarlos. Hipsípila había sido empleada como niñera de Ofeltes, el hijo de Licurgo, y dejó al niño sólo mientras llevaba al ejército hacia el manantial. Cuando regresaron, descubrieron que Ofeltes había sido atacado y muerto por una serpiente. Anfiarao hizo un último intento por frenar la expedición, diciéndoles que la muerte de Ofeltes era un mal presagio y que debían regresar, pero los otros príncipes ignoraron sus advertencias e instituyeron los Juegos Nemeos, en honor al niño muerto. Cada uno de los Siete ganó en una de las competencias que se realizaron, y los Juegos continuaron celebrándose durante varios siglos; los jueces del evento vestían de negro en luto por Ofeltes, y la corona era de perejil en vez de laurel.
Cuando los Siete llegaron a las puertas de Tebas, enviaron a Tideo a exigir que Eteocles abdicase al trono tebano, y cuando él se rehusó, comenzaron los combates. Las tropas argivas atacaron las siete puertas de la ciudad, y cada príncipe se apostó frente a una diferente.
El adivino Tiresias, a quién consultó Eteocles, dijo que los tebanos saldrían victoriosos únicamente si un príncipe de la casa real se sacrificaba voluntariamente a Ares; inmediatamente Meneceo, el hijo de Creonte (que era el hermano de Yocasta), se suicidó. Con esto, Meneceo imitó a su abuelo tocayo, padre de Creonte y Yocasta, que se suicidó para terminar con la plaga que azotaba a Tebas como castigo por el parricidio y el incesto de Edipo, también por orden del longevo Tiresias.
Los tebanos fueron vencidos en una escaramuza, pero luego Capaneo colocó una escalera en las murallas para intentar trepar y fue muerto por un rayo mandado por Zeus, con lo que se interpretó que los dioses estaban de parte de los asediados en la contienda. Entonces los tebanos se envalentonaron y salieron de la ciudad para atacar al ejército argivo. En la batalla subsiguiente murieron Hipomedonte y Partenopeo, mientras que Tideo fue herido de muerte por un tebano llamado Melanipo, con lo que acabó por cumplirse la profecía que quizá lo llevase a asesinar a su hermano en Calidón. La diosa Atenea se compadeció de Tideo y subió al Olimpo para solicitarle a Zeus un elixir que le salvaría la vida; pero Anfiarao, que lo odiaba secretamente, decapitó a Melanipo e hizo que Tideo se comiese sus sesos, lo cual asqueó de tal manera a Atenea que decidió no darle el elixir.
De los Siete sólo quedaban ahora tres: Polinices, Adraste y Anfiarao. Para evitar más muertes, Polinices desafió a su hermano Eteocles a un combate singular. Pero Eteocles y Polinices se mataron el uno al otro, dejando el resultado de la contienda incierto. Los tebanos, capitaneados por Creonte, atacaron a los argivos y los obligaron a desbandarse. Adraste logró retornar sano y salvo a su reino, pero Anfiarao fue perseguido por los tebanos hasta la rivera del río Ismeno y estaba a punto de ser asesinado cuando Zeus hizo que se abriese la tierra y Anfiarao cayó a los Infiernos, donde en adelante se desempeñó como uno de los jueces del tribunal que juzgaba a los mortales muertos.
Creonte se convirtió en rey de Tebas, dio un magnífico funeral de Eteocles y prohibió que los cuerpos de Polinices, Capaneo, Hipomedonte, Tideo y Partenopeo fuesen sepultados, dejándolos a la intemperie. Pero Antígona, hija de Edipo y Yocasta, encendió secretamente una pira e incineró el cuerpo de Polinices. Creonte vio desde su palacio el resplandor del fuego y ordenó a su otro hijo Hemón, con quién Antígona estaba comprometida en casamiento, que la enterrase viva. Una versión es que Hemón cumplió la orden de su padre y luego se ahorcó de remordimientos, mientras que Antígona murió de hambre y sed en su tumba. Según otra versión, Hemón fingió ejecutar la orden, pero se casó con su prima en secreto y la mandó a vivir con los pastores. Tuvieron un hijo, que al llegar a la adolescencia fue a Tebas a participar de unos Juegos fúnebres. Desgraciadamente, Creonte advirtió en su cuerpo -hay que recordar que en Grecia los deportes se practicaban con los atletas completamente desnudos- la marca de la serpiente que llevaban todos los descendientes de Cadmo, el fundador de Tebas, y lo hizo ejecutar a pesar de la intercesión de Hércules, que estaba de visita en la ciudad. Enloquecido por la pena, Hemón mató a Antígona y se suicidó.
Cuando Adraste se enteró de que Creonte se rehusaba a darles honrosa sepultura a los cuerpos de sus compañeros, fue a Atenas como suplicante y convenció al rey Teseo de emprender una segunda expedición contra Tebas. En un ataque sorpresa, Teseo tomó la ciudad, encarceló a Creonte y entregó los restos de Hipomedonte, Partenopeo y Tideo a sus familiares, que los quemaron en una pira común. No obstante, Capaneo fue enterrado en un lugar separado, pues el haber muerto por un rayo de Zeus lo convertía automáticamente en un héroe. Su viuda Evadne, tras enterarse de que no podría descansar junto a él cuando muriera, se suicidó arrojándose a la pira de los otros tres príncipes.

sábado, 11 de agosto de 2007

La profecía de Bergoglio

Encontré éste texto en un blog, y no sé si tiene como objetivo perjudicar a Jorge Bergoglio o a los Kirchner. Tengo entendido que muchos de sus seguidores ven a Bergoglio casi como un santo, por lo que seguramente creerían éste texto y actuarían en consecuencia, pero también estoy seguro de que los que apoyan y respetan a Bergoglio desde una postura, digamos, más racional, considerarían lo supuestamente dicho por el casi-Papa como signo de locura y mesianismo. Júzguenlo ustedes mismos.

Según han contado a este periódico varias fuentes inobjetables, hace aproximadamente un mes y medio, el ex presidente Eduardo Duhalde se reunió con el cardenal Jorge Bergoglio a efectos de hablar de la coyuntura del país. Inesperadamente, en un momento determinado, el religioso le habló al caudillo bonaerense sobre una “profecía” referida al presidente Néstor Kirchner. Ante el asombro del visitante, Bergoglio cerró sus ojos, levantó su mano derecha y comenzó a mostrarse “poseído” al tiempo que relató una aparente “videncia” en la cual aparecían “cadáveres colgando de columnas del alumbrado, muertes y disparos de armas de fuego”. La aparente profecía se trataba de algo que ocurriría supuestamente en el año 2008 y, según el religioso, era necesario que se hiciera algo para detener la posible reelección de Néstor Kirchner o el ingreso de su mujer a la primera magistratura. “Ud. doctor tiene la obligación de que esto no ocurra. Le pido que haga algo”, le dijo Bergoglio a un sorprendido Duhalde, quien corrió de inmediato a ver a un amigo, ex embajador político del menemismo, para contarle todo lo que le había ocurrido. Nervioso, mientras tomaba un oportuno cognac doble de un solo trago -raro en él, que sólo toma vino con soda-, Duhalde relató detalladamente a su confidente lo que había sucedido momentos antes. Ambos se miraron sorprendidos por un largo rato sin saber qué decir.
¿Qué hará Duhalde? ¿Intervendrá como le pidió Bergoglio o se quedará resignado esperando que no se cumpla la insólita profecía?
Solo el tiempo dirá.

Fuente:
http://derechosdeshumanos.blogspot.com/2007/07/la-profecia-de-bergoglio.html

viernes, 3 de agosto de 2007

Los argonautas y las mujeres de Lemnos

La primera escala en el viaje de Jasón y los argonautas hacia Cólquide en busca del vellocino de oro fue la isla de Lemnos. El año anterior, los hombres lemnios se habían peleado con sus esposas y, afirmando que ellas olían mal, las abandonaron por muchachas tracias capturadas en sus incursiones. Las lemnias, en venganza, se alzaron contra los hombres y los asesinaron a todos, incluyendo a los niños, a los ancianos y, por supuesto, a las pobres esclavas tracias. Sólo un hombre sobrevivió, el rey Toante; su hija Hipsípila no se atrevió a cometer un parricidio, así que lo puso a la deriva en un bote sin remos. Las lemnias luego eligieron a Hipsípila como su nueva reina.
Cuando los argonautas llegaron a Lemnos, las mujeres creyeron que se trataba de una expedición punitiva por parte de los tracios, se pusieron las armaduras de los hombres y fueron al puerto, listas para pelear. Pero el heraldo Equión parlamentó con Hipsípila y la convenció de que venían en son de paz.
Hipsípila convocó a un consejo, y propuso que se les entregara a los argonautas provisiones para el viaje, pero que no se les permitiese desembarcar, por miedo a que castigasen a las lemnias por el asesinato de sus hombres. Pero Polixo, la anciana nodriza de Hipsípila, se puso de pie y propuso que, por el contrario, se recibiese a los argonautas con hospitalidad, y que las mujeres de la isla se acostasen con ellos para engendrar nuevos habitantes que repoblarían Lemnos y que además estarían emparentados con todas las casas reales de Grecia. Las lemnias aprobaron calurosamente la propuesta, e Hipsípila alojó a Jasón y los miembros de su expedición en su palacio. Les explicó que, ante las infidelidades de sus hombres, las lemnias se habían rebelado y los habían forzado a emigrar junto a sus esclavas tracias, y los argonautas fingieron creerle.
Los tripulantes del Argo se dedicaron con entusiasmo a la agradable tarea de procrear con las hermosas lemnias; a Jasón, como jefe de la expedición, le tocó acostarse con Hipsípila, y tuvo con ella dos mellizos, Euneo y Nebrófono (otras versiones llaman al segundo mellizo Deifilo o Toante). El único argonauta que no se entregó a la orgía fue, extrañamente, Hércules. Él se quedó en el Argo esperando a que sus compañeros terminasen, pero las mujeres eran tan bellas y complacientes que los argonautas no sentían deseo alguno de dejarlas para reanudar una expedición tan peligrosa. Entonces Hércules sacó su maza y los forzó uno a uno a abandonar los lechos de sus amantes y volver a embarcarse. Esa misma noche zarparon hacia Samotracia, siguiente escala en su viaje a Cólquide.
Más tarde, las lemnias se enteraron de que Hipsípila no había matado a su padre (él logró llegar a tierra y salvarse) y la vendieron como esclava al rey Licurgo de Nemea. Pero permitieron que, eventualmente, su hijo Euneo se convirtiese en rey de Lemnos; el nuevo monarca instauró un festival anual de expiación por los asesinatos en masa.

viernes, 27 de julio de 2007

Cuando Paris conoció a Helena

Paris era hijo del rey Príamo de Troya, y de su esposa Hécuba. Antes del parto, Hécuba soñó que daba a luz a un tronco encendido del que salían innumerables serpientes. Preocupado, Príamo consultó al adivino Calcante, quién le dijo que ese hijo suyo causaría la destrucción de Troya, y lo instó a matarlo en cuanto naciera. Pero como ocurre tantas veces en los mitos griegos, Príamo no se atrevió a matar a su propio hijo, sino que lo entregó al jefe de sus pastores con la orden de abandonarlo en el monte Ida.
El pastor obedeció, pero 9 días después pasó por el lugar donde había dejado al bebé y lo encontró todavía vivo, siendo amamantado por una osa. Entonces el hombre se dio cuenta de que los dioses deseaban que Paris sobreviviese, lo llevó a su casa y lo crió junto a sus propios hijos.
Paris creció hasta convertirse en un chico bastante atractivo e inteligente. Los demás pastores siempre le pedían que actuase como árbitro en sus disputas, y su imparcialidad impresionó al mismísimo dios Zeus. Éste entonces lo eligió para arbitrar en una disputa mucho más importante, la que se había producido entre su esposa Hera y sus hijas Atenea y Afrodita.
Resulta que Tetis, una diosa marina secundaria, se había casado con el rey Peleo de Yolco. Tetis invitó a varias divinidades al casamiento, pero olvidó incluir a Eris, la diosa de la discordia y hermana melliza de Ares. Eris entonces hizo caer una manzana de oro con la inscripción “Para la más bella” en medio del banquete nupcial. Las tres diosas más importantes presentes en la fiesta, Hera, Afrodita y Atenea, reclamaron la manzana para ellas mismas. Como Zeus no quería ganarse el rencor de su esposa o de sus hijas, eligió a Paris para que juzgase cuál de las diosas era efectivamente la más hermosa.
Paris y las tres diosas fueron a una cueva, donde el joven pastor procedió a examinarlas desnudas con detenimiento. Mientras él las miraba, las tres aprovecharon la proximidad para intentar sobornar a Paris: Hera le ofreció convertirlo en rey de toda Asia y Atenea en el hombre más sabio y el mejor militar del mundo. Afrodita, por su parte, lo aduló diciéndole que él era el hombre más hermoso que ella hubiese visto en su existencia, le aconsejó cariñosamente ir a probar fortuna en la ciudad de Troya y le ofreció el amor de la mujer más hermosa del mundo, la reina Helena de Esparta, a cambio de la manzana. Afrodita dio en la tecla, y Paris le entregó la manzana dorada. Atenea y Hera, furiosas, se fueron decididas a vengarse de Paris en particular y de Troya en general.
Paris siguió el consejo de Afrodita y viajó a Troya, donde estaba realizándose una competición de atletismo presidida por Príamo. Pese a que el pastor le aconsejó no participar, Paris se inscribió y consiguió ganar en tres ocasiones a los hijos del propio rey. Entonces los príncipes, celosos, desenvainaron sus espadas y lo atacaron. Paris se refugió en el templo de Zeus, mientras que su padre adoptivo le reveló a Príamo la identidad de Paris para salvarle la vida.
Príamo no se enfadó con el pastor, pues le agradó ver que había engendrado a un hijo tan hábil. Restauró a Paris como príncipe de Troya y celebró un banquete en su honor. Calcante le advirtió que si Paris no moría inmediatamente, Troya acabaría siendo destruida, pero Príamo replicó que prefería ver arder a Troya antes que perder a ese magnífico hijo. Más tarde Calcante abandonó la ciudad y se pasó al bando de los griegos.
Príamo encargó a Paris la misión de viajar a Grecia y traer de vuelta, mediante la diplomacia o el secuestro liso y llano a Hesíone, hermana del rey, raptada por Hércules años atrás. Paris no tenía intención de traer de vuelta a su tía, pero aceptó la misión pues deseaba llevarse a Helena.
Paris viajó a Esparta, donde se encontró e hizo amigo del rey Menelao. También conoció a Helena, y se enamoraron a primera vista. El joven príncipe le declaró su amor mediante el expeditivo método de escribir “Amo a Helena” con vino en la mesa donde celebraban un banquete. Menelao no se dio cuenta pues acababa de recibir la noticia de la muerte de su padre en Creta, y partió para organizar su funeral esa misma noche.
Paris y Helena entonces aprovecharon para huir a Troya. Antes de abandonar Esparta Paris confiscó una gran cantidad de oro del templo local de Apolo. En el camino, una tormenta enviada por Hera lo forzó a refugiarse en Chipre, pero desde allí organizó una expedición contra la próspera ciudad de Sidón, en la costa de Palestina. El ataque fue exitoso: Paris mató al rey de la ciudad y consiguió un enorme botín.
Así, Paris logró ser recibido con los brazos abiertos por los troyanos. Entregó el oro del templo espartano de Apolo a los sacerdotes troyanos del mismo dios, que habían pedido su muerte a Príamo, consiguiendo así terminar con su enemistad. Y el botín de la expedición a Sidón, sumado a la impresionante belleza de Helena, le ganaron el aprecio de su padre y del populacho troyano. Los únicos que no se mostraron contentos con la llegada de Helena a Troya fueron Casandra y Heleno, hijos de Príamo. Ellos habían recibido en la infancia y por accidente el don de la profecía, pero Apolo los condenó a que nadie creyese sus predicciones. Heleno y Casandra habían advertido a su padre que no permitiese a Paris viajar a Grecia, y luego le pidieron que devolviese a Helena a Esparta y le pagase a Menelao una indemnización con el tesoro traido por Paris. En ambas ocasiones Príamo no les prestó atención.

martes, 3 de julio de 2007

Tres versiones de Judas, de Jorge Luis Borges

There seemed a certainty in degradation.
T. E. Lawrence
Los siete pilares de la sabiduría, CIII

En el Asia Menor o en Alejandría, en el segundo siglo de nuestra fe, cuando Basílides publicaba que el cosmos era una temeraria o malvada improvisación de ángeles deficientes, Niels Runeberg hubiera dirigido, con singular pasión intelectual, uno de los coventículos gnósticos. Dante le hubiera destinado, tal vez, un sepulcro de fuego; su nombre aumentaría los catálogos de heresiarcas menores, entre Satornilo y Carpócrates; algún fragmento de sus prédicas, exonerado de injurias, perduraría en el apócrifo
Liber adversus omnes haereses o habría perecido cuando el incendio de una biblioteca monástica devoró el último ejemplar del Syntagma. En cambio, Dios le deparó el siglo XX y la ciudad universitaria de Lund. Ahí, en 1904, publicó la primera edición de Kristus och Judas; ahí, en 1909, su libro capital Den hemlige Frälsaren. (Del último hay versión alemana, ejecutada en 1912 por Emili Schering; se llama Der heimliche Heiland.)
Antes de ensayar un examen de los precitados trabajos, urge repetir que Nils Runeberg, miembro de la Unión Evangélica Nacional, era hondamente religioso. En un cenáculo de París o aun en Buenos Aires, un literato podría muy bien redescubrir las tesis de Runeberg; esas tesis, propuestas en un cenáculo, serían ligeros ejercicios inútiles de la negligencia o de la blasfemia. Para Runeberg, fueron la clave que descifra un misterio central de la teología; fueron materia de meditación y análisis, de controversia histórica y filológica, de soberbia, de júbilo y de terror. Justificaron y desbarataron su vida. Quienes recorran este artículo, deben asimismo considerar que no registra sino las conclusiones de Runeberg, no su dialéctica y sus pruebas. Alguien observará que la conclusión precedió sin duda a las “pruebas”. ¿Quién se resigna a buscar pruebas de algo no creído por él o cuya prédica no le importa?
La primera edición de
Kristus och Judas lleva este categórico epígrafe, cuyo sentido, años después, monstruosamente dilataría el propio Nils Runeberg: “No una cosa, todas las cosas que la tradición atribuye a Judas Iscariote son falsas” (De Quincey, 1857). Precedido por algún alemán, De Quincey especuló que Judas entregó a Jesucristo para forzarlo a declarar su divinidad y a encender una vasta rebelión contra el yugo de Roma; Runeberg sugiere una vindicación de índole metafísica. Hábilmente, empieza por destacar la superfluidad del acto de Judas. Observa (como Robertson) que para identificar a un maestro que diariamente predicaba en la sinagoga y que obraba milagros ante concursos de miles de hombres, no se requiere la traición de un apóstol. Ello, sin embargo, ocurrió. Suponer un error en la Escritura es intolerable; no menos tolerable es admitir un hecho casual en el más precioso acontecimiento de la historia del mundo. Ergo, la traición de Judas no fue casual; fue un hecho prefijado que tiene su lugar misterioso en la economía de la redención. Prosigue Runeberg: el Verbo, cuando fue hecho carne, pasó de la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin límites a la mutación y a la carne; para corresponder a tal sacrificio, era necesario que un hombre, en representación de todos los hombres, hiciera un sacrificio condigno. Judas Iscariote fue ese hombre. Judas, único entre los apóstoles, intuyó la secreta divinidad y el terrible propósito de Jesús. El Verbo se había rebajado a mortal; Judas, discípulo del Verbo, podía rebajarse a delator (el peor delito que la infamia soporta) y ser huésped del fuego que no se apaga. El orden inferior es un espejo del orden superior; las formas de la tierra corresponden a las formas del cielo; las manchas de la piel son un mapa de las incorruptibles constelaciones; Judas refleja de algún modo a Jesús. De ahí los treinta dineros y el beso; de ahí la muerte voluntaria, para merecer aun más la Reprobación. Así dilucidó Nils Runeberg el enigma de Judas.
Los teólogos de todas las confesiones lo refutaron. Lars Peter Engström lo acusó de ignorar, o de preterir, la unión hipostática; Axel Borelius, de renovar la herejía de los docetas, que negaron la humanidad de Jesús; el acerado obispo de Lund, de contradecir el tercer versículo del capítulo 22 del Evangelio de San Lucas.
Estos variados anatemas influyeron en Runeberg, que parcialmente reescribió el reprobado libro y modificó su doctrina. Abandonó a sus adversarios el terreno teológico y propuso oblicuas razones de orden moral. Admitió que Jesús, “que disponía de los considerables recursos que la Omnipotencia puede ofrecer”, no necesitaba de un hombre para redimir a todos los hombres. Rebatió, luego, a quienes afirman que nada sabemos del inexplicable traidor; sabemos, dijo, que fue uno de los apóstoles, uno de los elegidos para anunciar el Reino de los Cielos, para sanar enfermos, para limpiar leprosos, para resucitar muertos y para echar fuera demonios (Mateo 10:7-8; Lucas 9:1). Un varón a quien ha distinguido así el Redentor merece de nosotros la mejor interpretación de sus actos. Imputar su crimen a la codicia (como lo han hecho algunos, alegando a Juan 12:6) es resignarse al móvil más torpe. Nils Runeberg propone el móvil contrario: un hiperbólico y hasta ilimitado ascetismo. El asceta, para mayor gloria de Dios, envilece y mortifica la carne; Judas hizo lo propio con el espíritu. Renunció al honor, al bien, a la paz, al reino de los cielos, como otros, menos heroicamente, al placer.
[1] Premeditó con lucidez terrible sus culpas. En el adulterio suelen participar la ternura y la abnegación; en el homicidio, el coraje; en las profanaciones y la blasfemia, cierto fulgor satánico. Judas eligió aquellas culpas no visitadas por ninguna virtud: el abuso de confianza (Juan 12:6) y la delación. Obró con gigantesca humildad, se creyó indigno de ser bueno. Pablo ha escrito: El que se gloria, gloríese en el Señor (I Corintios 1:31); Judas buscó el Infierno, porque la dicha del Señor le bastaba. Pensó que la felicidad, como el bien, es un atributo divino y que no deben usurparlo los hombres.[2]
Muchos han descubierto, post factum, que en los justificables comienzos de Runeberg está su extravagante fin y que Den hemlige Frälsaren es una mera perversión o exasperación de Kristus och Judas. A fines de 1907, Runeberg terminó y revisó el texto manuscrito; casi dos años transcurrieron sin que lo entregara a la imprenta. En octubre de 1909, el libro apareció con un prólogo (tibio hasta lo enigmático) del hebraísta dinamarqués Erik Erfjord y con este pérfido epígrafe: En el mundo estaba y el mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció (Juan 1:10). El argumento general no es complejo, si bien la conclusión es monstruosa. Dios, arguye Nils Runeberg, se rebajó a ser hombre para la redención del género humano; cabe conjeturar que fue perfecto el sacrificio obrado por él, no invalidado o atenuado por omisiones. Limitar lo que padeció a la agonía de una tarde en la cruz es blasfematorio.[3] Afirmar que fue hombre y que fue incapaz de pecado encierra contradicción; los atributos de impeccabilitas y de humanitas no son compatibles. Kemnitz admite que el Redentor pudo sentir fatiga, frío, turbación, hambre y sed; también cabe admitir que pudo pecar y perderse. El famoso texto Brotará como raíz de tierra sedienta; no hay buen parecer en él, ni hermosura; despreciado y el último de los hombres; varón de dolores, experimentado en quebrantos (Isaías 53:2-3), es para muchos una previsión del crucificado, en la hora de su muerte; para algunos (verbigracia, Hans Lassen Martensen), una refutación de la hermosura que el consenso vulgar atribuye a Cristo; para Runeberg, la puntual profecía no de un momento sino de todo el atroz porvenir, en el tiempo y en la eternidad, del Verbo hecho carne. Dios totalmente se hizo hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitágoras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas.
En vano propusieron esa revelación las librerías de Estocolmo y de Lund. Los incrédulos la consideraron,
a priori, un insípido y laborioso juego teológico; los teólogos la desdeñaron. Runeberg intuyó en esa indiferencia ecuménica una casi milagrosa confirmación. Dios ordenaba esa indiferencia; Dios no quería que se propalara en la Tierra Su terrible secreto. Runeberg comprendió que no era llegada la hora: sintió que estaban convergiendo sobre él antiguas maldiciones divinas; recordó a Elías y a Moisés, que en la montaña se taparon la cara para no ver a Dios; a Isaías, que se aterró cuando sus ojos vieron a Aquel cuya gloria llena la Tierra; a Saúl, cuyos ojos quedaron ciegos en el camino de Damasco; al rabino Simeón ben Azaí, que vio el Paraíso y murió; al famoso hechicero Juan de Viterbo, que enloqueció cuando pudo ver a la Trinidad; a los Midrashim, que abominan de los impíos que pronuncian el Shem Hamephorash, el Secreto Nombre de Dios. ¿No era él, acaso, culpable de ese crimen oscuro? ¿No sería ésa la blasfemia contra el Espíritu, la que no será perdonada (Mateo 12:31)? Valerio Sorano murió por haber divulgado el oculto nombre de Roma; ¿qué infinito castigo sería el suyo, por haber descubierto y divulgado el horrible nombre de Dios?
Ebrio de insomnio y de vertiginosa dialéctica, Nils Runeberg erró por las calles de Malmö, rogando a voces que le fuera deparada la gracia de compartir con el Redentor el Infierno.
Murió de la rotura de un aneurisma, el 1º de marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó al concepto del Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio.



[1] Borelius interroga con burla: “¿Por qué no renunció a renunciar? ¿Por qué no a renunciar a renunciar?”
[2] Euclydes da Cunha, en un libro ignorado por Runeberg, anota que para el heresiarca de Canudos, Antonio Conselheiro, la virtud “era una casi impiedad”. El lector argentino recordará pasajes análogos en la obra de Almafuerte. Runeberg publicó, en la hoja simbólica Sju insegel, un asiduo poema descriptivo, El agua secreta; las primeras estrofas narran los hechos de un tumultuoso día; las últimas, el hallazgo de un estanque glacial; el poeta sugiere que la perduración de esa agua silenciosa corrige nuestra inútil violencia y de algún modo la permite y la absuelve. El poema concluye así: El agua de la selva es feliz; podemos ser malvados y dolorosos.
[3] Maurice Abramowicz observa: “Jésus, d’aprés ce scandinave, a toujours le beau rôle; ses déboires, grâce à la science des typographes, jouissent d’une réputabon polyglotte; sa résidence de trente-trois ans parmi les humains ne fut en somme, qu’une villégiature”. Erfjord, en el tercer apéndice de la Christelige Dogmatik refuta ese pasaje. Anota que la crucifixión de Dios no ha cesado, porque lo acontecido una sola vez en el tiempo se repite sin tregua en la eternidad. Judas, ahora, sigue cobrando las monedas de plata; sigue besando a Jesucristo; sigue arrojando las monedas de plata en el templo; sigue anudando el lazo de la cuerda en el campo de sangre. (Erlord, para justificar esa afirmación, invoca el último capítulo del primer tomo de la Vindicación de la eternidad, de Jaromir Hladík).

lunes, 2 de julio de 2007

El 2006 de Benedicto XVI

A fines del 2006, la revista Barcelona hizo un programa especial en el canal de cable I.Sat, con el título de Los Anales de Barcelona, en el que analizó los acontecimientos del año que concluía. Como recién ahora domino la tecnología necesaria para postear videos de YouTube en mi blog, éste video puede parecer un poco desactualizado, pero a mi juicio es tan desopilante como la primera vez que lo dieron. El humor nunca muere, sólo los humoristas.
Éste segmento está dedicado a nuestro querido Papa Benedicto XVI, a quién la propia Barcelona dio el apodo de “Papa invisible” (de la misma forma en que Juan XXIII fue “el Papa bueno”, Pablo VI fue “el Apóstol de la Paz”, Juan Pablo I fue “el Papa envenenado” y Juan Pablo II fue “el Papa viajero”), y que en el video recibe otro apodo ingenioso. Espero que lo disfruten.

Hipólito y Fedra

Esta historia ocurrió muchos años después de la aventura de Teseo en Creta. El héroe ya había sucedido a su padre Egeo como rey de Atenas, y estaba casado con Fedra, hija de Minos y hermana de Ariadna. Tenía dos hijos con ella, Acamante y Demofonte, además de un hijo natural, Hipólito, que había tenido, según unas versiones con Antiope y según otras con Hipólita, reina de las Amazonas. Teseo hizo que su abuelo materno Piteo, rey de Trecén, adoptase a Hipólito como heredero del trono, para que sus hijos con Fedra heredasen la corona ateniense sin problemas.
Hipólito era un joven atractivo, pero muy serio y responsable. Era un fiel muy devoto de la casta diosa Artemisa, a quién erigió un lujoso templo en Trecén. Afrodita, celosa de su hermana y considerando que Hipólito la había insultado al no construirle a ella también un templo, decidió castigarlo haciendo que su madrastra Fedra se enamorase de él cuando Hipólito viajó a Atenas para participar de los Misterios eleusinos.
Fedra viajó a Trecén y construyó un templo a Afrodita, ubicado cerca del gimnasio de la ciudad, y con el pretexto de rezar a la diosa concurría al edificio todos los días para ver a Hipólito ejercitarse, según la costumbre griega, completamente desnudo. Cuando Hipólito viajó a Atenas para asistir a un festival, Fedra utilizó el templo local de Afrodita para el mismo propósito.
Finalmente la reina de Atenas se cansó de mirar y le mandó una carta a Hipólito, que estaba alojado en el palacio de Teseo, en la que le proponía asesinar a su padre y casarse con ella. Hipólito, horrorizado, quemó la carta y fue al dormitorio de Fedra, donde rechazó indignado su propuesta y amenazó con delatarla ante Teseo, para luego dejarla encerrada. Igualmente furiosa, Fedra se rasgó el vestido, escribió una carta acusando a Hipólito de haberla violado y se ahorcó.Cuando Teseo se enteró de la supuesta violación y muerte de su esposa, maldijo a su hijo y lo exilió de Atenas. Luego rezó al dios Poseidón para que matase a Hipólito. Poseidón accedió al pedido y, mientras Hipólito cabalgaba por un camino cercano a la costa, hizo que un monstruo marino saliera del mar y lo atacara.
Hipólito consiguió que sus caballos eludieran al monstruo, pero estaban tan aterrorizados que el carro chocó contra un montón de piedras y se despedazó; enredado en las riendas, Hipólito fue arrastrado por los caballos y sufrió heridas mortales.
Hipólito fue llevado a Trecén, moribundo. Artemisa se presentó ante Teseo, le dijo la verdad sobre la muerte de Fedra, y lo transportó mágicamente a Trecén, donde hizo las paces con su hijo. Luego ordenó a los trecenos que rindieran honores divinos a Hipólito y parece que se vengó de Afrodita matando a su amante Adonis.
Hay una versión que afirma que Artemisa pidió a Asclepio que resucitara a Hipólito. El médico aceptó y le devolvió la vida, pero Zeus los mató a ambos con un rayo; no obstante, lo mismo se decía de Orión y de otros héroes. Los italianos contaban que, en realidad, Artemisa -a la que ellos, como se sabe, adoraban con el nombre de Diana- logró salvar a Hipólito del rayo de Zeus convirtiéndolo temporalmente en un anciano llamado Virbio (que significa vir bis, o “dos veces hombre”). Luego lo trasladó a Aricia, en Italia, donde lo casó con Egeria, aquella ninfa famosa por asesorar a Numa Pompilio, segundo rey de Roma.

viernes, 29 de junio de 2007

Teseo en Creta

El héroe Teseo era hijo natural del rey Egeo de Atenas. Como conté antes, el rey ateniense no conoció su existencia hasta que el joven se presentó ante él y reveló su identidad. La reina-bruja Medea, deseando proteger los derechos del hijo que había tenido con Egeo, Medeo, intentó envenenar a Teseo, pero fracasó y debió huir a Cólquide, tras lo cual Teseo se convirtió definitivamente en heredero del trono ateniense.
El rey Minos tenía un hijo llamado Androgeo, quién hizo una visita a Atenas para participar de unos Juegos. El príncipe se comportó con toda corrección y de hecho ganó todas las competencias de dichos Juegos. Pero Egeo sospechaba que su verdadero objetivo era promover un levantamiento en su contra por parte de los cincuenta hijos de su hermano Palante, y se las arregló para que unos mercenarios de la ciudad de Megara lo asesinasen cuando viajaba a Tebas.
Cuando Minos supo de la muerte de su hijo, no se dejó engañar y culpó al rey de Atenas del homicidio. Exigió que la ciudad entregase 7 chicos y 7 chicas cada 9 años como compensación por el asesinato. Esos 14 jóvenes elegidos por sorteo eran encerrados en el Laberinto construido por Dédalo, donde eran devorados por el Minotauro. Así sucedió en dos ocasiones. En la tercera, Teseo estaba ya viviendo en la ciudad como príncipe. Él estaba exento del sorteo no sólo por ser hijo del rey sino porque no había nacido en Atenas. Sin embargo, se sintió tan conmovido por el destino de los pobres chicos y chicas que serían enviados a la muerte que se ofreció a ir, con la condición de que si vencía al Minotauro se anularía el tributo. Minos aceptó el desafío y le permitió acompañar a los 14 jóvenes.
Teseo consultó al oráculo de Delfos antes de partir a Creta, y se le aconsejó que propiciase a la diosa Afrodita, pues ella le sería útil en su misión. El héroe entonces le sacrificó una cabra, y la diosa le dio una señal mágica de su conformidad transformándola en un chivo. Luego, cuando llegó a Creta, Afrodita hizo que Ariadna, una de las hijas de Minos, se enamorase de Teseo. Antes de huir de Creta, Dédalo le había regalado a la princesa un ovillo de hilo mágico, y le había explicado que la única forma de salir del Laberinto era atar su extremo a la puerta de entrada. Ariadna le dio a Teseo el ovillo y un arma (según algunas versiones una maza, según otras una espada), y a cambio le pidió que la llevara a Atenas como su esposa. Teseo aceptó y pudo matar al Minotauro y encontrar la salida. Entretanto, los chicos y chicas atenienses se habían liberado gracias a una astuta estratagema de Teseo; el príncipe había disfrazado a dos chicos bastante afeminados de mujeres y los había introducido en el grupo femenino, sabiendo que sería el menos vigilado. Así, los muchachos pudieron matar a los guardias y liberar a todo el mundo. Luego escaparon en los barcos atenienses al amparo de la noche.
Hicieron una escala en Naxos, y allí Teseo aprovechó que Ariadna se había quedado dormida para abandonarla. Hay varias versiones de por qué lo hizo. Algunos dicen que la abandonó por una nueva amante; otros, que temía que la opinión pública ateniense se escandalizara ante la perspectiva de tener como reina a una hija del odiado Minos (lo cual no es muy creíble, pues años después se casó con Fedra, la hermana de Ariadna). Otras versiones afirman que el dios Dionisio se había enamorado de ella y que obligó a Teseo a abandonarla para que él la pudiera seducir, o bien que lo hechizó para que se olvidara de ella. En cualquier caso, Dionisio pronto apareció en Naxos y se casó con Ariadna, tratándola con todos los honores. Ella le dio varios hijos y fue feliz con él.
No obstante, los cretenses tenían una versión totalmente diferente de ésta aventura. Según ellos, el Minotauro jamás existió y el Laberinto era apenas una prisión donde se encerraba a los jóvenes atenienses. Los chicos debían participar a los Juegos fúnebres en honor de Androgeo, algunos siendo sacrificados en su honor y otros siendo entregados como esclavos a los ganadores de las competencias. En los Juegos participaba Tauro, un general de Minos, quién siempre ganaba. No obstante, Minos había dejado de confiar en él porque aparentemente había tenido un romance con Pasifae. Por eso, cuando Teseo propuso luchar con Tauro, con la condición de anular el tributo si conseguía matarlo, Minos accedió de buena gana. Teseo luego combatió y mató a Tauro, y Minos se alegró tanto que perdonó a Atenas por el asesinato de Androgeo y le dio al héroe la mano de Ariadna. Supongo que el mito cretense coincide con la mencionada versión de que Teseo, por uno u otro motivo, la abandonó en el viaje a Atenas.