Las elecciones se acercan, y el kirchnerismo puede, al menos por ahora, conservar la calma. La oposición pareciera querer regalarle la elección del 2007 con sus increíbles metidas de pata. Así tenemos, por ejemplo, al “peronismo disidente” (al que un amigo del Coronel bautizó, plagiando a Kirchner, “Grupo Mausoleo”) que va a las elecciones con dos candidaturas presidenciales en vez de una, la de Alberto Rodríguez Saá y la de Jorge Sobisch. Es extraordinario que un ¿partido, movimiento, espacio político? que arrastra menos votos que el partido neonazi de Biondini divida así su escasísimo caudal electoral. Ya de por sí el hecho de que impresentables como los Rodríguez Saá, Menem, Sobisch, Puerta & cía. crean posible ganar una elección en la Argentina posterior a la crisis del 2001 supera mi capacidad de análisis.
Elisa Carrió y Ricardo López Murphy eligieron hacer una alianza, y generaron resistencias por izquierda y por derecha. Los dirigentes del ARI, fundado por Carrió en un 2001 cada vez más lejano y olvidado, que ya se habían debido tragar varios sapos, aceptando las alianzas de su líder con gente tan copada y progresista como Juanjo Sebrelli, Patricia Bullrich, Enrique Olivera y el rabino Bergman, decidieron que López Murphy era el límite y que aliarse con tipos como él era inaceptable.
Elisa Carrió y Ricardo López Murphy eligieron hacer una alianza, y generaron resistencias por izquierda y por derecha. Los dirigentes del ARI, fundado por Carrió en un 2001 cada vez más lejano y olvidado, que ya se habían debido tragar varios sapos, aceptando las alianzas de su líder con gente tan copada y progresista como Juanjo Sebrelli, Patricia Bullrich, Enrique Olivera y el rabino Bergman, decidieron que López Murphy era el límite y que aliarse con tipos como él era inaceptable.
La oposición del PRO de Mauricio Macri parece ser menos ideológica y más ligada al orgullo del jefe de Gobierno porteño electo. Carrió y Macri tienen una larga historia de enfrentamientos, principalmente porque Carrió detesta a Macri. Recordemos que ella apoyó a Ibarra en el 2003, compitió directamente contra él en las legislativas del 2005 (y le dio palos muy duros), y éste año apoyó a Telerman. Quizá Macri hubiese perdonado todo eso y bendecido discretamente la alianza de Murphy con Carrió, si ella no hubiese cometido la estupidez de criticar, una vez más, a Macri en una entrevista radial. De modo que Macri le planteó a su aliado una opción aparentemente de hierro: “o ella o yo”. Todavía no se sabe a quién elegirá Murphy, pero está claro que la responsable de ésta pelea innecesaria es Carrió.
Ya se está imponiendo en muchos la idea de que el año de la oposición será 2011 y no 2007; así piensa, por ejemplo, el dueño del blog Imágenes y comentarios, cuyas opiniones respeto a pesar de que generalmente no las comparta. Incluso Mariano Grondona parece creer esto. En su artículo de ayer en La Nación, él habla de dos estrategias para vencer al kirchnerismo: enfrentarlo a todo o nada en estos comicios, o esperar a que se desgaste y forzarlo a abandonar el poder. El Doctor, muy docto en Historia antigua, utiliza el ejemplo de Quinto Fabio Máximo el Contemporizador, un político y general romano del siglo III a. C. que logró expulsar a Aníbal de Italia evitando los combates frontales con su ejército y obligándolo a permanecer en pie de guerra hasta que acabó siendo forzado por los conflictos entre sus tropas y las escaramuzas de los romanos a abandonar la península y regresar a Cartago. Para el Doctor, el que mejor encarna el espíritu fabiano en la política argentina contemporánea es Macri, quien prefirió conquistar la Jefatura de Gobierno porteña y esperar al 2011 para aspirar al sillón de Rivadavia. Supongo que la comparación es adecuada, aunque dudo mucho que Macri conozca la historia de Fabio Máximo o de cualquier otro general romano. No es precisamente un gran intelectual, aunque hay que reconocer que tiene varios intelectuales competentes a su servicio, como el Doctor o Ale Rozitchner (lo mismo que los Kirchner tienen a José Nun y a José Pablo Feinmann entre sus filas).
Continuando con las metáforas romanas, podríamos decir que Carrió, Murphy, Lavagna y el Grupo Mausoleo encarnan el espíritu de los cónsules Cayo Flaminio y Gneo Servilio Gemino, que enfrentaron a Aníbal en la batalla del lago Trasimeno, en el 217 a. C. El resultado fue terrible para los romanos: su ejército de alrededor de 40.000 soldados fue aniquilado por el genial militar cartaginés, dejando un saldo de 30.000 muertos y 10.000 prisioneros. Los cartagineses apenas perdieron 1.500 hombres. (Un muy buen relato de la batalla puede leerse en éste link). Tras esa debacle, Fabio Máximo se hizo cargo de la conducción de la guerra. ¿Sucederá lo mismo con el “Fabio Máximo porteño”?
Ya se está imponiendo en muchos la idea de que el año de la oposición será 2011 y no 2007; así piensa, por ejemplo, el dueño del blog Imágenes y comentarios, cuyas opiniones respeto a pesar de que generalmente no las comparta. Incluso Mariano Grondona parece creer esto. En su artículo de ayer en La Nación, él habla de dos estrategias para vencer al kirchnerismo: enfrentarlo a todo o nada en estos comicios, o esperar a que se desgaste y forzarlo a abandonar el poder. El Doctor, muy docto en Historia antigua, utiliza el ejemplo de Quinto Fabio Máximo el Contemporizador, un político y general romano del siglo III a. C. que logró expulsar a Aníbal de Italia evitando los combates frontales con su ejército y obligándolo a permanecer en pie de guerra hasta que acabó siendo forzado por los conflictos entre sus tropas y las escaramuzas de los romanos a abandonar la península y regresar a Cartago. Para el Doctor, el que mejor encarna el espíritu fabiano en la política argentina contemporánea es Macri, quien prefirió conquistar la Jefatura de Gobierno porteña y esperar al 2011 para aspirar al sillón de Rivadavia. Supongo que la comparación es adecuada, aunque dudo mucho que Macri conozca la historia de Fabio Máximo o de cualquier otro general romano. No es precisamente un gran intelectual, aunque hay que reconocer que tiene varios intelectuales competentes a su servicio, como el Doctor o Ale Rozitchner (lo mismo que los Kirchner tienen a José Nun y a José Pablo Feinmann entre sus filas).
Continuando con las metáforas romanas, podríamos decir que Carrió, Murphy, Lavagna y el Grupo Mausoleo encarnan el espíritu de los cónsules Cayo Flaminio y Gneo Servilio Gemino, que enfrentaron a Aníbal en la batalla del lago Trasimeno, en el 217 a. C. El resultado fue terrible para los romanos: su ejército de alrededor de 40.000 soldados fue aniquilado por el genial militar cartaginés, dejando un saldo de 30.000 muertos y 10.000 prisioneros. Los cartagineses apenas perdieron 1.500 hombres. (Un muy buen relato de la batalla puede leerse en éste link). Tras esa debacle, Fabio Máximo se hizo cargo de la conducción de la guerra. ¿Sucederá lo mismo con el “Fabio Máximo porteño”?
Martín: lo de grupo mausoleo está muy bien pero, ¿realmente pensás que no tienen posibilidad de ganar, teniendo como precedentes el 2003 (con la crisis todavía crujiendo Merdem saliendo primero en primera vuelta) y las últimas elecciones porteñas donde Merdem sacó el 60% de los votos? Yo no descartaría nada, Puerta y el Carlo son amigos de PRO y no te sorprenda que se alíen.
ResponderBorrarCon respecto a Carrió y Lopez Murphy, en el blog de Artemio hay una encuesta sobre si "está de acuerdo con la alianza" entre ellos. Yo estoy absolútamente de acuerdo porque creo que se tienen que juntar todos en una misma bolsa así no nos confunden con sus discursos. Al estar en una misma bolsa sabríamos sin dudas que son parte de la misma mierda digan lo que digan.
Y por último tengo una objeción bastante grande con una afirmación del post: incluso puedo llegar a dejar pasar que alguien tan repudiable como el doctor sea considerado un intelectual competente, pero que ALEJANDRO Rozitchner lo sea, y comparable a J.P. Feinmann, es absurdo. En serio.
En fin, va a ser una campaña complicada según se deja entrever en los armados políticos.
Saludos
En realidad creo que el concepto de "intelectual" en la Argentina es algo muy líquido, muy maleable y difícil de definir. ¿Qué es un intelectual? ¿Un señor que escribe y lee muchos libros? ¿Un tipo que tiene un título que lo acredita como tal? ¿Un hombre que tiene determinada expresión en el rostro que nos hace pensar "Uh, que tipo inteligente que es éste. Debe saber un montón de cosas"?
ResponderBorrarEn cuanto a lo de "competente", supongo que a Rozitchner se lo puede calificar así: al macrismo le es bastante útil.
Saludos, Diego, y gracias por tu visita.
Martín: bueno, si nos basamos en un criterio de "utilidad" hay una expresión mucho mejor que "intelectual competente" que se utiliza habitualmente en casos como esto: "idiota útil" :P
ResponderBorrarAbrazo!
Muy interesante el post.
ResponderBorrarEn cuanto a lo del intelectual, me quedo con lo de la expresión del rostro.
De todas formas, el hecho de que el Doctor compare a su querido Mauricio con un general indica no sólo su apego a lo castrense, sino la concepción bastante generalizada de que la política es la continuación de la guerra por otros medios.
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