A principios del 2001, bajo el flamante gobierno de W. Bush, se descubrió un caso escandaloso: Robert Hanssen, un respetado agente de inteligencia del FBI con 25 años de carrera, había estado filtrando información a los rusos.
Breach cuenta la historia de cómo Hanssen (interpretado magistralmente por Chris Cooper) fue descubierto, enfocándose principalmente en uno de los que más contribuyó a su caída, Eric O’Neill (Ryan Phillipe). O’Neill es un aspirante a agente del FBI, que trabaja en tareas de vigilancia. Un día es contactado por la agente Kate Burroughs (Laura Linney), quién le ofrece ese ascenso tan deseado si realiza una tarea especial: vigilar al entonces respetado Hanssen. Burroughs le dice a O’Neill que Hanssen está involucrado en una red pornográfica, y que su misión consiste en descubrir qué otros agentes están metidos en ella. Pero al poco tiempo de conocer a Hanssen, un católico fanáticamente devoto, O’Neill sospecha que hay otra cosa detrás de la investigación.
Lo interesante del film es la relación entre Hanssen y O’Neill. Si bien Hanssen maltrata y desconfía de su nuevo ayudante al principio, termina por tomarle cierto cariño. Y O’Neill, si bien es consciente de que su trabajo es espiarlo y descubrir sus secretos más vergonzosos, no puede evitar admirar a su jefe.
Escenas destacadas:
- El “juego de las cinco preguntas” entre Hanssen y O’Neill.
- La escena en la cual O’Neill hackea la computadora de Hanssen.
- La conversación entre Hanssen y el agente que lo captura, cerca del final de la película, sobre los motivos por los cuales entregaba datos a los rusos.
Calificación: 8
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