La historia de Frank Lucas, plasmada en American gangster, podría ser comparada con las historias de tantos mafiosos de la vida real que fueron llevadas al cine (Henry Hill en Goodfellas, George Jung en Blow, Sam Rothstein en Casino, etc.), con la diferencia de que aquí está también la figura del policía “perseguidor”.
Lucas (Denzel Washington) era chofer, guardaespaldas y mano derecha del legendario gangster Bumpy Johnson, que impuso una tiranía benévola en el Harlem durante décadas (de paso, recuerdo haber visto una película bastante buena sobre los primeros años de Bumpy llamada Hoodlum, en que lo encarnaba Lawrence Fishbourne). Tras su muerte en 1968, Lucas hereda su “imperio” y al año siguiente, disgustado por la nueva generación de gangsters que se apoderan del Harlem, decide inundar el barrio con heroína de mejor calidad y viaja al sudeste asiático a negociar directamente con los productores. Con la complicidad de oficiales del Ejército estadounidense, trae la mercancía al país y se hace rico.
El otro protagonista del film es Richie Roberts (Russell Crowe), un policía honesto en su trabajo aunque no en otras áreas de su vida. A Richie le encargan investigar a los grandes narcotraficantes y se dedica a ellos reclutando a una especie de Intocables versión años ‘60-70. Al poco tiempo le llegan informes sobre la droga más popular del barrio, “Blue Magic”, vendida por Lucas. Y cuando el propio Lucas abandona su riguroso bajo perfíl y asiste a una pelea de Muhammad Alí con un costoso y llamativo abrigo de chinchilla y con su bella esposa puertorriqueña del brazo, atrae la atención de Richie y su equipo. Es ahí cuando comienza realmente su caída.
Lucas (Denzel Washington) era chofer, guardaespaldas y mano derecha del legendario gangster Bumpy Johnson, que impuso una tiranía benévola en el Harlem durante décadas (de paso, recuerdo haber visto una película bastante buena sobre los primeros años de Bumpy llamada Hoodlum, en que lo encarnaba Lawrence Fishbourne). Tras su muerte en 1968, Lucas hereda su “imperio” y al año siguiente, disgustado por la nueva generación de gangsters que se apoderan del Harlem, decide inundar el barrio con heroína de mejor calidad y viaja al sudeste asiático a negociar directamente con los productores. Con la complicidad de oficiales del Ejército estadounidense, trae la mercancía al país y se hace rico.
El otro protagonista del film es Richie Roberts (Russell Crowe), un policía honesto en su trabajo aunque no en otras áreas de su vida. A Richie le encargan investigar a los grandes narcotraficantes y se dedica a ellos reclutando a una especie de Intocables versión años ‘60-70. Al poco tiempo le llegan informes sobre la droga más popular del barrio, “Blue Magic”, vendida por Lucas. Y cuando el propio Lucas abandona su riguroso bajo perfíl y asiste a una pelea de Muhammad Alí con un costoso y llamativo abrigo de chinchilla y con su bella esposa puertorriqueña del brazo, atrae la atención de Richie y su equipo. Es ahí cuando comienza realmente su caída.
¿Qué mas puedo decir? Tan solo que Ridley Scott no nos obsequie más bodrios “históricos” como Gladiador y Cruzada, que dan ganas a todos los que sabemos un mínimo de Historia de descuartizar al hermano mayor de Tony es de agradecer. Pero Gangster americano es buena por más que eso. La musicalización es genial, digna de Martin Scorcese. Los vestuarios, sobre todo los de Crowe, dejan bastante que desear, pero los decorados no (me gustó especialmente el monobloc donde estaba situado el laboratorio de Lucas). El personaje de Lucas, con su mezcla de ferocidad y devoción familiar, es querible a pesar de que continuamente Scott nos muestra los estragos producidos por su heroína en el Harlem y sus habitantes.
Calificación: 9,50.
Calificación: 9,50.
Cuando me enteré que dura casi tres horas, que la dirige el mayor de los Scott (tipo que hizo algunas cosas notables, pero allá lejos y hace tiempo) y que trataba de la mafia, perdí toda esperanza. Pensé: esto ya lo hicieron (y seguramente mucho mejor) Coppola y Scorsese hace años. Incluso el gran Marty lo hizo de nuevo el año pasado, con la muy buena "Los infiltrados".
ResponderBorrarTenía decidido no ir a verla, hasta que leí este post. Probablemente le de una oportunidad este fin de semana.
Saludos
Me alegra, y espero que American gangster te guste tanto como a mí.
ResponderBorrarSaludos